El aprendizaje y la formación se realizan en un contexto determinado. En e-learning el contexto se concretiza en un entorno virtual de aprendizaje o plataforma de e-learning. Entendemos por entorno el espacio, presencial o resultado de la tecnología, en el cual se desarrolla una determinada acción. El entorno puede ser además entorno de aprendizaje, es decir, el marco en el que se lleva a cabo la acción formativa. Pensamos que los entornos de aprendizaje deben además estar preparados para hospedar otro tipo de interacciones a parte de las educativas, tales como intercambio de información, gestión de recursos, relaciones sociales, etc. Los entornos pensados únicamente para el aprendizaje tienden a ser obsoletos ya que al dejar de lado el potencial comunicativo y relacional de las TIC dejan también de lado muchas otras posibilidades formativas.
Las plataformas de e-learning deberán sustentarse, desde la perspectiva de la gestión y sin entrar propiamente en los aspectos de aprendizaje o de aula, en cuatro pilares básicos: la información, la comunicación, la cooperación y la administración.
INFORMACIÓN
La plataforma debe ser la principal fuente de información del usuario, y la organización debe ser coherente con este principio. Toda la información que el usuario necesite para el desarrollo de la acción formativa, así como para cualquier acción complementaria, debe estar fácilmente accesible en el entorno.
La organización debe además procurar que el entorno o plataforma de e-learning permita el acceso a la mayoría de fuentes de información disponibles para el buen desarrollo de la acción educativa. El acceso libre a Internet sin abandonar la plataforma, así como la creación de un centro de recursos documentales accesible es fundamental.
El acceso redundante a la información es una práctica adecuada en los entornos tecnológicos de aprendizaje. La información importante debe estar siempre asequible. La ubicuidad de la información es una de las ventajas de los entornos tecnológicos frente a los convencionales en los que, por ejemplo, no es posible acceder directamente a la secretaría o la biblioteca desde las aulas.
COMUNICACIÓN
La arquitectura de la comunicación en un entorno tecnológico es primordial para garantizar el aprendizaje y la política institucional. Está claro que el correo electrónico en el caso de los entornos de internet es la pieza clave que no debe faltar.
La comunicación en si no se gestiona, se construyen los canales que la hacen posible y, por ello, se controla y se gestiona su uso. Efectivamente se puede controlar la comunicación en los entornos tecnológicos. Tan simplemente como dando o no acceso a determinados canales comunicativos o no. Por ejemplo: ¿puedo enviar un mensaje a cualquier miembro de la comunidad desde quien ostenta la máxima responsabilidad al administrador del sistema? ¿Puedo conocer la identidad de quien me envía un mensaje? ¿Puedo retransmitir los mensajes de cualquier sitio a otro del mismo entorno? Etc. La respuesta a preguntas como estas nos muestran el grado de apertura del entorno, a la vez que nos manifiestan cómo su diseño y gestión influyen directamente en el funcionamiento de la comunidad y, por tanto, de la organización que usa el entorno.
COOPERACIÓN
Es posible cooperar en entornos tecnológicos, aunque sean totalmente asíncronos.
Gestionar la cooperación es iniciar la facilitación de herramientas de cooperación en el entorno tecnológico tales como creación de grupos, de espacios compartidos, de instrumentos de almacenamiento de información compartida, de sistema de seguimiento de versiones de documentos, etc. Todo responde a una planificación que conduce a la potenciación del trabajo cooperativo.
Se dice que el aprendizaje a distancia se realiza de forma aislada, es decir en la soledad. Eso quizás fuera en el inicio de estos sistemas. Hoy, gracias a las tecnologías las personas que aprenden a distancia, a pesar de continuar trabajando desde la soledad de su casa o del lugar de trabajo, saben que pueden compartir un espacio no físico con otras personas en su misma situación, con sus formadores y con la propia institución. Para saber más de este tema puede consultar el post: Rol social del e-learning.
ADMINISTRACIÓN
La comunicación, la información intentan ser habituales en la mayoría de plataformas tecnológicas. La cooperación es a veces un deseo más que una realidad, especialmente debido a dificultades tecnológicas. Lo que escasea precisamente es la posibilidad de administrar, no el entorno, sino la propia institución y especialmente sus servicios básicos a través de la plataforma o entorno tecnológico. Queremos decir con esto que los entornos tecnológicos no sólo deben facilitar el acceso a las aulas y a sus materiales de aprendizaje, sino que también deben poner a disposición del usuario los servicios propios de una organización educativa. Estamos refiriéndonos a la posibilidad de solicitar información y adscribirse a un curso, e incluso pagarlo desde la propia plataforma. También a la posibilidad de acceder a los servicios comunitarios de la institución, información, etc.
También a acceder a mi propio y personal expediente académico o ficha de cursos realizados con sus valoraciones y calificaciones. No podemos ofrecer clases virtuales y pedir que los usuarios se matriculen en un horario y en un lugar concreto. No es coherente.
Otro elemento a destacar en cuanto a la gestión de los entornos tecnológicos es la preocupación que debe mantener la organización por mantener una coherencia en el diseño gráfico del entorno, así como por mantener los principios básicos de ergonomía y de usabilidad.
Kommentare